LAS VENTAJAS DE LA PESCA CON MOSCA PARACHUTE

En ríos repletos de vegetación y de brillos, el pescador de mosca pierde ventajas, pero con las moscas tipo ´parachutes´ si encuentra un gran aliado para disfrutar de gratificantes jornadas de pesca con mosca seca.

A la hora de preparar nuestra caja de moscas para una jornada de pesca, debemos buscar un equilibrio entre variedad en un espacio limitado. Por ello, hay que hacer modificaciones de forma continua, adaptándolas a las circunstancias y evolución, y en verano es la mejor época para incluir moscas parachute. Definidas de una forma sencilla, los montajes de moscas parachute (paracaídas) del resto de moscas por colocar un plumero encima. Inventadas en la década de 1930 este tipo de moscas tuvo mucha aceptación entre los pescadores de la época, aunque luego cayo algo en el olvido. Tampoco se extendió de los países anglosajones a otros como España. Rescatadas del olvido hace algo más de 2 décadas, ahora son unos clásicos indispensables para el pescador a mosca seca.

Como hemos señalado, el montaje en parachute consta de un hackle enrollado horizontalmente sobre un poste. Gracias a este, se actúa como freno en el descenso de la mosca, provocando una posada suave, como si de un paracaídas se tratara. La aplicación del hackle para conformar una mosca parachute es muy versátil y nos permite transformar moscas secas, emergentes y hasta ninfas. Para todas ellas utilizaremos fundamentalmente las que imitan a moscas que están emergiendo del agua.

Tres modelos de éxito: Klinkhammer, Caddis y Royal Wulff

 Su enorme desarrollo ha llevado a que nos encontremos actualmente con decenas de montajes de moscas parachute. Es más, casi todos los montajes pueden ser modificados para adaptarlos a la misma, pero nunca debemos dejar de tener tres montajes clásicos.

El más famoso de todos ellos es Klinkhammer, una mosca diseñada originalmente para la pesca de tímalos pero que ya es un clásico para trucha, reo y salmón. Su cuerpo lo haremos con una seda vistosa, naranja, amarilla o incluso verdosa con torax en pavo real para que quede bicolor y post con una gran variedad de materiales: polipropileno, C.D.C o foam. Es fundamental el anzuelo, curvado de emergente. Con ella conseguimos un bonito efecto de flotabilidad entre aguas. La mitad sumergida y la parte superior en superficie.

Otra de las grandes moscas parachute es la Caddis, Originaria de EEUU y creada en la década de 1950, es una verdadera todoterreno para aquellos días en los que es difícil elegir que mosca es la idónea. Esta artificial simula una hembra de tricóptero poniendo huevos sobre el agua, por ello es importante esa posición semisumergida. Su montaje es sencillo, cuerpo de dubbing fino, salteado con una pluma en palmer. El ala, esta hecha con pelo de ciervo o ternera blanca si queremos más vistosidad.

Las Wulff no es una mosca sino toda una serie de ellas. El máximo común de todas es que flotan muy bien, incluso en aguas rápidas. Entre la gran variedad destaca la Royal Wulff. Las característica que la han convertido en la reina de las aguas rápidas está en que por un lado sea fácil de detectar por el pescador, y por el pez, por su excelente visibilidad. Su ala blanca y su forma permiten presentarla en aguas muy rápidas y agitadas. En general, en toda su construcción, se utiliza una serie de materiales, que tanto por color, como por abundancia, facilitan su visibilidad, aún en los montajes de pequeño tamaño. Hay muchas adaptaciones, pero una base es montarla con cola de fibras de pluma de gallo, con el abdomen a base de fibras de pavo real (peacock herl) y vueltas de seda separando dos secciones. El ala recomendada es de pelos de cola de ternero color blanco con un collar de pluma de hackle badger.


Wulff.

 

Las ventajas de las moscas parachute

 

En resumen. Las parachute nos ofrecen una enorme serie de ventajas que aprovecharemos especialmente en estos días de verano de grandes eclosiones y ríos con circunstancias complicadas: mucha luz, poca corriente y con todo tipo de distorsiones (vegetación propia o caída de la de rivera) que dificulta el control de la artificial.

 

En primer lugar, nos encontramos con una mosca con muy poca resistencia en el momento del lanzado, con la que logramos que se posee de forma más suave y natural. Esto es muy importante, las menores corrientes llevan a ríos más calmados y con menos ruido,  y todo aterrizaje suave ayuda a no asustar las sabias truchas veraniegas.


Con todo ello, la mosca también se sitúa en la capa más superficial, parte sumergida y parte no, donde se mueven todas las truchas en verano buscando alimento. Es importante señalar que el montaje tipo emergente, con el anzuelo curvado nos ayuda a que el engaño sea incluso más perfecto. Con estos montajes el cuerpo de la mosca estará sumergido y la cabeza y “cresta” de las moscas parachute será lo que esté sobre ella. Y por supuesto, con una visibilidad magnífica, que nos permitirá tanto controlar el artificial como la picada, tan sutil en la mayoría de las ocasiones.


Fuente: Luis Naharro (Revista Mundo Deportes España)